13 de noviembre de 2022




La presión de apurar la vida

me agota en cada rima.

El vivir cada instante

me torna delirante.

 

La existencia es gota a gota.

El palacio de cristal,

un camino que brota,

un ruido con final.

 

Mece el tiempo en un sedal,

gira el alma en libertad

que vuelve a la niña fiera

en la riña que desvela.

 

Viviendo por la senda,

por la herida sin venda,

por el páramo de luz

del aliento sin quietud.

 

Girando la fortuna

en la rueda de luna

del trampolín sin red

que llena el sin querer,

 

amarillean los huesos

como tenues bostezos

de sueños inacabados

en lechos resquebrados.

 

Apura, apura los instantes.

No mires adelante,

manosea el presente

sin discernir los frentes

 

 

12 de octubre de 2022

alma descrita

 

No me encuentro, desespero

al roce fugaz de tu aleteo

de los temblores, tambores

de las entrañas de mis infiernos.

 

La luz me corta en pedazos

sombras que ahogan trazos,

de desenlaces raídos,

de tus soles secos y fríos.

 

No me dejes en silencio.

Entona suspiros, lazos,

murmullos de leña crepitando

con sabores de caramelo.

 

Que las mariposas refresquen

este aire abochornado

de jardines floridos,

de veladas, juncos olvidados.

 

Coróname de besos

de lágrimas y deseos,

pues el alma mira y brota

como una rama rota.

 

Si no fuera por el rubor,

la gloria del tiempo,

por mi raída desazón,

 

rompería el amor

del licuado desaliento

de este carcelero caparazón.