La dulce levedad de azúcar
bate sentidos desbordados
en frescores de almizcle cordados
en aleteos que adulan.
Rostros sonrojados,
encajes que anudan
sin sabores enterrados
de miel, tersa, que acudan
Caramelos enredados,
mezclados, batidos, soslayados
aires de lejanía,
soplos de alegría.
Un fruto de flor
un vástago de vida,
una sonrisa preñada
de mermelada acometida.
Frutas, manzanos,
vivencias vividas,
aleteos lejanos,
sabores de vida.
Mieles sobre mieles,
azúcar ennegrecida,
morenas febriles,
danzantes, mentoras.
bate sentidos desbordados
en frescores de almizcle cordados
en aleteos que adulan.
Rostros sonrojados,
encajes que anudan
sin sabores enterrados
de miel, tersa, que acudan
Caramelos enredados,
mezclados, batidos, soslayados
aires de lejanía,
soplos de alegría.
Un fruto de flor
un vástago de vida,
una sonrisa preñada
de mermelada acometida.
Frutas, manzanos,
vivencias vividas,
aleteos lejanos,
sabores de vida.
Mieles sobre mieles,
azúcar ennegrecida,
morenas febriles,
danzantes, mentoras.
7 olas:
Dulces alas, frutales vidas del árbol de la ciencia del bien y del bien.
un abrazo
Si las comes te das las oportunidad que sean parte de ti.
Interesante y bello poema.
Un saludo para usted de Lauviah
La vida es de momentos amargos y dulces. Bonito poema, saludos, te sigo
Yo siempre me voy para la roja. Es el pecado en fruta. La adoro.
Abrazos
Musical y cromático poema desbordado de sabores. Bello. Un abrazo desde Canarias.
que tentación!!!
una oda precisa y muy riquisima
besitos César, que bueno que has vuelto por los pixeles
Una delicia de manzana, vale la pena probarla acompañado de tu poesía.
Genial!
Un cálido saludo,
Diana
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