Acabo de abrir la puerta de mis deseos.
Esos destartalados en un armario enmohecido.
Algunos de quimérica niñez ya envejecidos
y otros que con los años brotan de mis paseos.
Los necesitados de pintar mis vidas
Las que precisan de estruendos,
de fuertes alegrías, de lamentos.
Las de largos caminos de idas y venidas.
Ahora cuentan los momentos perdidos,
los bellacos suspiros de desalientos.
9 olas:
orear esos deseos hace bien
siempre hay algo que de ellos uno rescata
sobre todo las ganas con que se gestaron
besos, precioso poema César
buen comienzo de semana
bella manera de contar aquello pendiente...feliz domingo!!
Los deseos. Muchas veces o siempre tan snecesarios en la vida, como un buen trago de agua en el desierto más estéril...
UN abrazo César.
Espero que todo te vaya bien.
Los deseos nos mantienen vivos, fuerza poeta!
Sin deseos en la penumbra la vida se desvanece … que bien que salgan de su enmohecida sombra y alienten la luz de la ilusión . Saludos César .
Los deseos se pueden pintar de grandes alegrías limpiando el moho y volver a ser niño, aunque hayan pasado los años.Besos.
Maravilloso.
Un fuerte abrazo, César.
HD
Un cafe?
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