29 de enero de 2011

Mañana: un gran espectáculo


 Mañana, por hoy, voy a ver en directo un gran espectáculo. Sí, es sólo un balón el que rueda entre 22 panticortos, pero no sé por qué, hay almas al que nos vuelve locos. No digo más: Hércules-Barça. Mi Hércules y mi Barça. Mis campeones del mundo. Como diría alejandro Sanz; "el corazón partío".

Saludos,

15 de enero de 2011

¿Qué nos ha pasado?



Lo que antes tensaba los vellos
ahora reposa como laguna sin anhelo,
donde el arpa suspiraba,
saetas suenan en desconsuelo.

No lo veo, no lo siento;
en el aleteo de mis adentros
tan solo mueren brasas sin aliento,
efluvios de cera petrificada.

Ventanas de azul enrejadas
anudadas, sin más consuelo
que el devenir de mis recuerdos,
oscuros, lejanos, sin rostro.

En el rastro de la vida
ahora encuentro guirnaldas oxidadas,
caramelos sinsabores,
trajines y despechos.

¿Es que no queda nada?
¿ya no suena la fanfarria?
vida descorchada, desangelada;
sin fin, sin albores. Seca de pasiones.

2 de enero de 2011

El manzano de mi sendero


La reina de mi templo
engalana mi valle
y torcido de contento
se esposa a su talle.

Sus ojos de azúcar mojada
blanquean redes de almizcle
mientras el silencio devuelve
lo que la sed se bebe.

Un beso a un rincón,
arena tosca hace pared de argamasa,
construyendo un nido encadenado
en el manzano de mi sendero.

Y mientras, las manzanas bailan,
pintan las estampas de la tierra,
roban sus aromas a mis semillas,
la quietud a mis miradas.

No alcanzo la luz,
en el penúltimo peldaño de mil:
la reja del colibrí,
en agonía estalla como arcabuz.