8 de mayo de 2011

Te veo



Abro los ojos y no existe nada antes.
Todo está por llegar:

El alba, la aurora, el más allá.
La luz, la almohada flexible,
la noche en vela, la cálida alborada,
el frío de tus encajes, el viento, tus caderas.

La melodía de los pliegues incontrolables,
el baile al compás de las miradas.
Los dos en uno solo, los pensamientos
embrujados en cuentos de hadas.

Las estrofas perfumadas,
los nichos en levedad;
carne sobre carne, fuego abrasado
yaciendo en deseo incalculado.

Oh retoños de abedules,
hojas pardas de otoño,
calidez de mis mejillas
sonrojadas en pavimentos discontinuos.

Ahora, temerosas de escenario sin telón,
airosas en cielos encapotados,
mimadas por el aire primaveral,
ahora, alumbran felicidad.