24 de diciembre de 2011

en el cedro


En el cedro latente de mis suspiros
amargo camino recorro palpitando
donde se debate la victoria y el perdón
del que triunfante en su camino azaroso
rompe las lanzas del agrio fracaso.

¿Quién puede afirmar rotundo si el triunfo es suyo
o la derrota es su amante y compañera?

4 de diciembre de 2011

rayo fugaz


La fría muerte que vemos de lejos, en el umbral de mi vida se ha presentado.
Padre mío, mi raíz, mi asidero. Ya te has ido. La que nos aguarda pasó a tu lado arrancando entrañas de desconsuelo. Nos dejas, me dejas tras un último aliento sin antesala, sin despedida.

Rayo fugaz no atiende a razones…

Y no hay consuelo, aunque debo hallarlo en el merecido descanso tras la dura batalla de tu existencia. Porque tú proveías, porque tú abanderabas, porque tú eras ariete de la sangre.
Porque bravura exhibiste en la plaza de la vida, sembrando el pan entre estoques, donde quemabas tus noches largas y frías por nosotros; tus vidas.
Y  los días siguen pasando en este mundo donde ya no estás, donde cada jornada me lleva a ti.
Te extraño, te echo de menos, pero no queda más que el adiós, el gracias por tu vida; la que me codujo y me hizo lo que soy, la que procuró la mía.

(a mi padre)