9 de marzo de 2014

la puerta de mis deseos


Acabo de abrir la puerta de mis deseos.
Esos destartalados en un armario enmohecido.
Algunos de quimérica niñez ya envejecidos
y otros que con los años brotan de mis paseos.

Los necesitados de pintar mis vidas
Las que precisan de estruendos,
de fuertes alegrías, de lamentos.
Las de largos caminos de idas y venidas.

Ahora cuentan los momentos perdidos,
los bellacos suspiros de desalientos.