23 de febrero de 2013

lo que dura una dicha




Y me pregunto lo que dura una dicha.

La vida con su carne podrida rompe en despojos de lamentos lo más preciado del temple, la que pulsó mis cuerdas desafinadas, mis poemas decolorados.

La huella de un pasado que no olvida muere en el sudor del papel.
Impronta transparente de segundos efímeros.
Te hollé y se desvanecieron mis pasos.

Vida desagradecida, surcada de proa a popa, teñida con cántigas de desespero y alguna gota de virtud.

Pero no he de declinar, no he de incurrir en el vano llanto de lágrimas evaporadas.
Porque yo estuve aquí, pisé tu jardín.

Y aunque esos soplos de existencia se perderán en el tiempo, no me importa el olvido, ya que en la soledad se disipa lo acontecido y se muere en polvo de huesos blanquecinos.

No necesito el eco de mis melodías para seguir escuchando lo vivido.

10 olas:

lichazul dijo...

profundo y lúcido a morir
felicitaciones César
un poema redondo

buen fon de semana
abrazos

Ginebra dijo...

¡Dios! ¡puro sentimiento,, César!.
Me ha gustado mucho como has pintado la vida y lo efímero de ésta, los sentimientos encontrados que se tienen cuando uno vive intensamente desde el mundo de las emociones.
Es realmente bella la reflexión y las letras que dan cuerpo a ésta.
Mi más sincera enhorabuena.
Besos

Noelplebeyo dijo...

que no repita, que no se repita

lichazul dijo...

gracias por tu huella
al menos la música te gustó :D
feliz fin de semana

Lore dijo...

Porque la vida está rodeada de obstáculos y de puntos negativos cada vez es más difícil sobrevivir y supongo que toda tristeza se da cuando toda esperanza parece imposible,y hoy la esperanza suena a cuento chino.
Un hermoso escrito el tuyo,muy sentido, muy duro, pero tan real…

Un beso César.

Trini Reina dijo...

La dicha va y viene y siempre, siempre es menor que el dolor que deja al marcharse.

Saludos

lichazul dijo...

gracias por tu huella César
ten una semana genial
abrazos y energías

Susana Jiménez Palmera dijo...

Se retuercen las palabras, tras ese soplo que no dura, tras la dicha que se esfuma y el sudor y las lágrimas que se evapora. No se necesitan ecos, el alma recuerda lo vivido-
Ha sido un gusto llegar hasta aquí.
Saludos desde Colombia

ginecomastia dijo...

¡Excelente trabajo, en él encuentro la combinación hermosa de las bellas artes... pero lo más esencial es su contenido!¡Para mí ha sido un gran honor hallar en mi camino tu maravillosa obra, la he leído y escuchado con mucha atención y siento que en ella alcanzaste una gran profundidad a nivel de filosofía existencial!¡Mis más sinceras felicitaciones, estimada poeta!

Carmen Troncoso Baeza dijo...

Bellisimas palabras, son un grito del corazón, un abrazo entrañable,