Lo mismo que sentencia el rey Théoden en el Señor de los Anillos, “tiempos aciagos me ha tocado vivir”, es lo que nos está deparando la tómbola de la vida en esta España nuestra.
Este post no pretende analizar los lados del espejo. Ni causas ni culpables. Tan sólo recordar, a mi entender, que tras lo oscuro, tras lo más negro, sólo puede haber claridad. Y por muy grande que sea el desierto, al final, el mar lo ciñe todo. Tan sólo nos queda cruzar aunados con buenos remeros el amargo trecho.
Os dejo una bonita pieza para que os acompañe al vaivén de las olas.
Os dejo una bonita pieza para que os acompañe al vaivén de las olas.
2 olas:
No hay amargos trechos si me acompaña Bach...
;)
Vivamos, César, aunque sean malos tiempos.
Un besito :)
pS.:Has resultado ser muy prolífico... Tengo que pasar más a menudo por aquí ;)
Por supuesto, siempre con la cabeza alta y haciendo camino.
A veces la musa te llena...
Lo importante es que yo disfrute y los que me honráis con vuestras visitas también.
Mi blog bebe de vuestros comentarios, y si son críticos mucho mejor.
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