15 de febrero de 2010

Sueños y despertares


Una vez la tenga en mi mano
Luna de azúcar en nube prendida
Y resbale su bálsamo en sueños,
La estrella que cuelga dormida
Temblará en haces de leños
Acabando la noche temprano.

Pero sé que el dulce de leche
Del amanecer vendrá presto arropado,
Como mirándome de soslayo
Reconfortando en mis despertares
Guiñando el ojo canela
Del huerto repleto de olivares.

2 olas:

pati dijo...

Quién tuviera esos sueños con esos despertares...

Precioso, César.
Me has dejado sin palabras.

Celebro que te guste el arte y la música clásica. Tus versos se aprecian incluso mejor -si cabe- ;)

César Sempere dijo...

Muchas gracias Pati. La música clásica es una madre muy fructífera, y de sus hijos está poblado el universo musical.